Hoy es un día muy especial. Hoy es el día de cerrar capítulos. Hoy En el fondo del arcón llega a su fin. Y no sé muy bien qué decir.
Este blog tenía un fin muy simple: desahogo personal. Ha cumplido su función realmente bien durante cuatro años y medio, pero en estos últimos meses me he dado cuenta de que escribir ya no tiene tanto sentido para mí como trabajar con otros medios y de otra forma.
He llegado a un período de mi vida diferente, más creativo, más dinámico, más agradable y feliz. Y En el fondo del arcón no tiene nada de eso. Así que, tras reflexionar mucho, esta herramienta ha dejado de tener sentido y ha llegado la hora de despedirse.
Ha sido un placer compartir tantas cosas con la gente que me ha estado siguiendo hasta ahora.
Hasta más ver.
